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7 consejos para enfrentar la hoja en blanco

hoja en blanco

La hoja en blanco resulta ser un bloqueo ante el ejercicio de redactar, ya sea un ensayo, una tesis, una novela o una simple carta: la escritura requiere de una disciplina para dominarla. Aunque pareciera que este problema sólo sucede con las personas inexpertas en el tema, la verdad es que no es así, grandes autores como la escritora mexicana Josefina Vicens o el japonés Haruki Mukarami han plasmado en su obra el problema del bloqueo creativo.

Aquí te presentamos siete simples consejos para escribir, que te ayudaran a romper con esta barrera de la hoja en blanco.

1. Tiempo de Ocio

Aunque erróneamente creemos que el ocio esta relacionado con la flojera o el no hacer nada, en realidad esta vinculado con un espacio para la recreación o tener un tiempo para nosotros mismos. La redacción es pensar, por ello bríndate momentos de ocio para analizar sobre lo que quieres escribir, su estructura, el posible tema o hipótesis, según sea el caso.

2. Lee, anota, hazte preguntas

La mejor manera de escribir algo es por medio de la lectura, procura leer de todo un poco, así tu objetivo se encontrará entre una gran gama de posibilidades. También busca tener en la mano una libreta o algo en donde escribir. Resulta muy útil cuando nos llega una idea, de esta manera no se te escapará nada, y servirá como una memoria extra que te brindará apoyo a la hora de redactar.

No olvides que es importante cuestionarte sobre aquello que te cause intriga o curiosidad, es aquí donde puede surgir un planteamiento interesante para algún proyecto.

3. Escribe y reescribe

La mayor parte del trabajo está en este punto. No importa cuántos errores puedas tener, la escritura es un ensayo constante, nunca se acaba de aprender. Evita angustiarte ante la hoja en blanco, escribe lo primero que se te venga a la mente, puede ser una experiencia inmediata y, a partir de ahí, se puede configurar una gran historia.

4. Pre-poyecto

Un problema común al escribir es que, al momento de sentarnos y tratar de hacerlo, se nos viene a la mente un sin fin de ideas, las cuales son un caos al no poder ponerlas en el papel o la pantalla. Si este es tu problema, se recomienda que realices un pre-proyecto de los subtemas o bloques en los que estará dividido tu escrito.

En él se plantean los temas posibles a desarrollar y los recursos discursivos, poéticos, narrativos, retóricos, teatrales, periodísticos, los necesarios según sea el caso. Por ejemplo, si hablamos de una novela, está comúnmente se divide en capítulos y cada uno desarrolla una problemática distinta que se correlaciona con el tema principal. Al dividir los tópicos resulta más sencillo acotar nuestra atención en lo más importante a la hora de escribir.

5. Hacer borradores

Roma no se hizo en tres días, tampoco un libro o una buena redacción se hace a la primera. Has dos o tres borradores, ya sea para introducir nuevas cosas o quitarlas. De esta manera se ira puliendo el texto, y, en cada borrador, podrás percatarte de los errores más obvios hasta los menos perceptibles, para corregirlos.

6. Ponte horarios fijos

Así como cualquier otra profesión, también en la escritura aplica el dicho “la práctica hace al maestro”. La redacción debe ser un ejercicio constante para poder ser dominado de la mejor manera. Si bien también es cierto que aún así no estamos exentos del bloqueo creativo, el disciplinarnos nos ayuda a enfrentarlo sin titubear tanto.

Es primordial plantearse este ejercicio como un hábito. Para ello, es aconsejable tener un horario y espacio específicos para ejercer con mayor concentración y seriedad el arte de escribir.

7. Ten tiempo para divertirte

Ve al cine, al teatro, sal con tus amigos, es muy importante dejar descansar el texto. Muchas veces por haber escrito y revisado durante largo rato, no notamos los errores o ya no sabemos qué escribir: nos bloqueamos por frustración o cansancio. Relájate, diviértete y, cuando regreses con una mente descansada y despejada, podrás redactar de mejor manera.